
Novak Djokovic, número 6 del mundo, vivió un momento de tensión en los cuartos de final del ATP 250 de Ginebra, previo a su participación en Roland Garros 2025. El serbio, que buscaba confianza en este torneo antes del segundo Grand Slam del año, protagonizó un ataque de furia en pleno partido ante el italiano Matteo Arnaldi (39°).
Luego de quedarse con el primer set, todo indicaba que Djokovic encaminaría el partido a su favor. Sin embargo, en el cuarto game del segundo set, Arnaldi logró quebrarle el servicio y meterse nuevamente en juego. En ese momento, frustrado, Djokovic lanzó su raqueta contra la arcilla suiza, en una muestra inusual de enojo.

El episodio no terminó ahí: al finalizar el game, el serbio se dirigió al banco visiblemente molesto y con molestias en su rodilla derecha, lo cual encendió las alarmas a pocos días del inicio del Abierto de Francia, donde buscará defender su título.
El gesto no pasó desapercibido entre aficionados y medios, que ahora se preguntan si Djokovic llegará en plenitud física y mental al exigente torneo parisino.