Más de 40 mil personas asistieron en vivo al show en Birmingham, mientras millones lo siguieron por streaming desde todo el mundo

En una noche que quedará grabada en la historia del heavy metal, Ozzy Osbourne se despidió definitivamente de los escenarios con un concierto monumental en su ciudad natal, Birmingham. El evento, titulado Back to the Beginning, no solo reunió a los miembros originales de Black Sabbath por primera vez en dos décadas, sino que logró una impresionante recaudación de 190 millones de dólares, destinados íntegramente a causas benéficas.
El histórico concierto tuvo lugar en el estadio Villa Park y reunió a más de 40 mil asistentes en vivo, mientras 5.8 millones de personas lo siguieron por streaming desde diferentes rincones del mundo. La totalidad de lo recaudado fue donada a organizaciones como Cure Parkinson’s —en honor al propio Osbourne, diagnosticado con la enfermedad en 2003—, el Birmingham Children’s Hospital y el Acorn Children’s Hospice, centros que prestan atención médica a niños con enfermedades graves y terminales.
“Es mi momento de volver al inicio… de devolverle algo al lugar donde nací”, dijo Osbourne al anunciar el show. “Qué bendición poder hacerlo con la ayuda de personas que amo. Birmingham es el verdadero hogar del metal. Birmingham por siempre”.
La dirección musical del evento estuvo a cargo de Tom Morello, guitarrista de Rage Against the Machine, quien trabajó durante más de un año en la preparación del show. “Gracias, Ozzy, por confiar en mí. Fue un trabajo hecho con amor”, expresó Morello en redes sociales.
Ozzy, de 76 años, subió al escenario montado sobre un trono mecánico en forma de murciélago, en una puesta en escena teatral que rindió homenaje a su icónico apodo: El Príncipe de las Tinieblas. Pese a sus limitaciones físicas, interpretó clásicos como “Crazy Train”, “Mr. Crowley” y “Mama, I’m Coming Home”, con un entusiasmo que emocionó a la audiencia.
El momento más esperado llegó con la reunión de Black Sabbath, donde Ozzy compartió escenario con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Juntos interpretaron himnos como “Iron Man”, “War Pigs”, “N.I.B.” y cerraron la velada con un potente “Paranoid” que estremeció al estadio.

El carácter íntimo del evento también se vio reflejado en la curaduría del mismo. Sharon Osbourne, esposa y mánager de Ozzy, reveló que rechazó la participación de algunas bandas y familiares para mantener el enfoque personal del concierto: “Esta noche era para Ozzy, para Birmingham y para los fans de toda la vida. Nada más”.
Con Back to the Beginning, Ozzy Osbourne cierra un ciclo de más de 50 años de carrera, marcando el final de una era dorada del rock y el metal. Su despedida no solo deja un legado musical incomparable, sino también un gesto humanitario que lo consagra, más allá del escenario, como una figura de admiración global.