
En los últimos años, Sombr se ha forjado poco a poco un espacio como artista pop de dormitorio, operando en el mundo del pop convencional. Tras el viralismo de su sencillo «Carolina» en 2022, abandonó la preparatoria para dedicarse por completo a la música, lanzando un flujo constante de sencillos que lo posicionaron como un músico improvisado con sólidas inclinaciones pop.
Ahora, tras dos sencillos rompedores —»Undressed» y «Back to Friends»—, el joven de 20 años lanza su primera declaración de intenciones con su álbum debut «I Barely Know Her». En él, Sombr eleva el pop íntimo de sus primeros trabajos, dándole un sonido más potente y arrogante. Irradia confianza a lo largo de sus 10 canciones, a pesar de que las pasa enfurruñado por una ex que ya ha pasado página. Y, aun así, «I Barely Know Her» sigue sintiéndose como una especie de llegada triunfal, la primera declaración de intenciones de un artista con una visión clara y un sonido que se vuelve más distintivo con cada lanzamiento.
«I Barely Know Her» es un álbum de ruptura en el sentido tradicional. Sombr está desolado, herido por el fin de una relación que le impide seguir adelante. Observa desde el otro lado de las vías del tren a su ex con otro chico en «Undressed», y fuma cigarrillos para recordarla en la melancólica «Canal Street» (una forma de duelo que Variety no aprueba). Incluso en las canciones más llamativas del disco —el éxito disco-pop «12 to 12» y la contundente «Under the Mat»—, está en la prisión de sus propias emociones. «Oh, estás en mi ADN», canta en «I Wish I Knew How to Quit You». «Eres el eco en mis venas».

La reverencia de Sombr por los clichés del pop del pasado se percibe con fuerza en «I Barely Know Her», un disco profundamente endeudado con las armonías características de los Beach Boys y la elegancia vocal de Brian Wilson. Imagínatelo como una versión más simplificada de un álbum de Panda Bear, aunque en un universo diferente: Sombr construye sus armonías como un muro de sonido, y sus sostenidos «oohs» actúan como relleno para los meticulosos estribillos de canciones como «We Never Dated» y «I Wish I Knew How to Quit You».
El álbum —compuesto íntegramente por Sombr, quien también toca la guitarra, los teclados, el bajo y la batería en prácticamente todos los temas— aún logra ser singular, introduciendo elementos del indie rock de la década de 2010 en el ámbito del pop.

Puede que «I Barely Know Her» no sea un cambio radical para Sombr, pero amplía el mundo que ha habitado durante los últimos años, y lo hace con intención. Parece que ha salido de la habitación y subido al gran escenario, rebosante de ideas y con las habilidades para llevarlas a cabo. Que logre hacerlo mientras se hunde en la agonía de la angustia hace que el final sea aún más dulce.