4 filmes para pensar nuestra evolución y entender nuestra relación con la tecnología

Las buenas películas no nos ofrecen respuestas fáciles. Al contrario, nos plantean preguntas que incomodan y nos invitan a pensar. Por eso, el cine de calidad y la filosofía son aliados naturales.

En este recorrido proponemos cuatro películas que abordan, desde distintas perspectivas, una problemática común: la relación entre lo animal, lo humano y lo tecnológico.

1. “2001: Una odisea en el espacio” — El nacimiento de la tecnología

La famosa escena del mono utilizando un hueso como herramienta marca un momento clave en la película de Stanley Kubrick. La aparición del monolito puede leerse como el inicio simbólico de la tecnología: cuando dejamos de ser simplemente animales.

Pensadores como Karl Marx han señalado que el uso progresivo de herramientas marcó la separación entre el ser humano y los otros animales. Nos volvió más adaptables, pero también más dependientes de reglas, vigilancia y castigos.

El arado, por ejemplo, mejoró la producción agrícola, pero también trajo aparejado el control, la propiedad privada y la necesidad de castigar al que roba. Así, la tecnología no solo libera, también carga y condiciona.

2. “La bruja” — El animal que se libera

En esta ópera prima de Robert Eggers, la protagonista, Thomasin, se va deshaciendo de sus ataduras: primero de su país, luego de su comunidad, y finalmente de su propia familia, que la acusa de brujería.

Su transformación culmina en una escena final simbólica: se adentra en el bosque y se une a una danza de mujeres libres. La filósofa Gilles Deleuze estaría del lado de Thomasin: para él, volverse animal no significa retroceder, sino liberarse de todo lo que nos limita como humanos.

La película muestra cómo escapar del corsé cultural que nos impone normas que nos reprimen, y cómo reapropiarnos de nuestra fuerza vital.

3. “Matrix” — Huir de la esclavitud tecnológica

La trilogía (y ahora saga) de Matrix reinterpreta el mito de la caverna de Platón en clave cibernética. El mundo, tal como lo conocemos, es una simulación. Escapar de ella requiere tomar la pastilla roja, enfrentar la verdad y luchar por la libertad.

En una era de algoritmos, fake news y sobreinformación, la caverna digital está más vigente que nunca. Matrix nos recuerda que no basta con abrir los ojos: hay que decidir salir.

4. “Pobres criaturas” — La supermujer cíborg

La película dirigida por Yorgos Lanthimos toma elementos de Prometeo, Frankenstein y Nietzsche para hablarnos de Bella Baxter: una mujer renacida mediante la ciencia que decide vivir con libertad, sin normas impuestas.

Bella aprende jugando, experimentando, creciendo sin miedo al error. Como el «niño» del que hablaba Nietzsche, no obedece ciegamente ni se rebela por rebeldía. Simplemente crea su propio mundo.

Este personaje también conecta con la figura del cíborg propuesta por Donna Haraway: una criatura híbrida que borra las fronteras entre naturaleza, cultura y tecnología, y nos invita a aceptar que ya somos parte de esa fusión.


En resumen, estas películas no solo entretienen: nos ayudan a pensarnos como animales tecnológicos, responsables del mundo que construimos con nuestras herramientas, nuestras ideas y nuestros cuerpos.

Comparte este post: