
El 17 de julio de 1968, hace exactamente 57 años, los Beatles llegaron al cine de una manera muy distinta a como lo habían hecho antes: en formato animado y con una explosión de sicodelia visual. Ese día se estrenó Yellow Submarine, una cinta que se convertiría en pieza de culto no solo por su música, sino por su propuesta artística y narrativa.
Tras el éxito de A Hard Day’s Night (1964) y la tibia recepción de Help! (1965), el cuarteto británico ya no estaba interesado en cumplir con su contrato cinematográfico. Así, delegaron el proyecto a George Dunning y Al Broadax, quienes junto al director de arte Heinz Edelmann y el guionista Lee Minoff, dieron vida a una historia visualmente alucinante inspirada en la canción “Yellow Submarine”.
Pepperland y los Blue Meanies
La película nos lleva a Pepperland, una utopía submarina donde la música es protegida por la banda ficticia Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Todo cambia cuando llegan los Blue Meanies, enemigos de la música y la alegría, que congelan a los habitantes. Old Fred, un marinero, escapa en el submarino amarillo y busca a los Beatles en Liverpool para que lo ayuden a salvar su mundo.
El viaje al rescate es una travesía surrealista con monstruos, juegos de tiempo y una entrañable criatura llamada Jeremy Hillary Boob, Ph.D.
Una obra revolucionaria
Aunque los Beatles no prestaron sus voces (se usaron actores), sí participaron con una nueva banda sonora y una breve aparición real al final. La cinta incluyó 16 canciones del grupo, como “All You Need Is Love” y “It’s All Too Much”, y una partitura original de George Martin. La canción “Hey Bulldog” fue eliminada de la versión estadounidense, pero recuperada en ediciones posteriores.
Para Paul McCartney, la animación tipo Disney era su preferencia inicial, pero con el tiempo reconoció la genialidad del enfoque sicodélico. George Harrison, en tanto, valoró el toque caricaturesco de los actores de voz. Y el crítico Roger Ebert elogió su “libertad de color e invención”.
El legado animado
Josh Weinstein, productor de Los Simpson, afirmó que Yellow Submarine revolucionó la animación moderna, abriendo paso a series y películas como South Park, Futurama, Toy Story o Shrek. “Antes de esta película, la animación era un mundo suave de ratones con guantes; después, era arte, sátira y subversión”, afirmó.
Aunque otros proyectos anteriores como Rocky & Bullwinkle ya habían innovado en el campo, Yellow Submarine se mantuvo como una referencia de cómo la música y la animación podían unirse en una experiencia cultural transgeneracional.
Como dijo Harrison:
“Cada bebé, de tres o cuatro años, pasa por Yellow Submarine”.
57 años después, el submarino amarillo sigue navegando entre generaciones.