Cónclave para elegir nuevo papa comenzará con 133 cardenales tras dos ausencias por salud

El Vaticano confirmó que 133 cardenales participarán en el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, que comienza el 7 de mayo. Dos purpurados quedaron fuera por problemas de salud, reduciendo el total inicial de 135 electores.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, anunció este martes que dos cardenales menores de 80 años no podrán participar en el cónclave debido a problemas de salud, lo que reduce a 133 el número de electores. Aunque no se revelaron oficialmente sus nombres, la Conferencia Episcopal Española identificó a uno de ellos como Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, de 79 años.

El cónclave, que tendrá lugar en la Capilla Sixtina, reúne a los “príncipes” de la Iglesia para elegir al nuevo papa con al menos dos tercios de los votos. Durante este proceso, los cardenales no tendrán acceso a celulares, internet ni a la prensa, asegurando un ambiente de total aislamiento hasta que la fumata blanca anuncie el “Habemus Papam”.

Desde la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril, los cardenales han sostenido reuniones diarias conocidas como “congregaciones generales”. En ellas, se debaten temas clave como la evangelización, la paz y los abusos sexuales en el clero. Estas reuniones también permiten que los cardenales se familiaricen entre ellos, ya que el 80% de los electores fue nombrado por Francisco, incluyendo a representantes de regiones remotas y previamente marginadas por la Iglesia.

Entre los candidatos más mencionados como posibles sucesores figura el italiano Pietro Parolin, secretario de Estado bajo Francisco. Según analistas, Parolin representa una opción que podría continuar el legado del papa argentino, pero con un enfoque menos confrontativo.

El cónclave, un evento cargado de tradición e intriga, ha captado la atención global, especialmente tras el estreno de la película “Cónclave”. Históricamente, estos procesos han durado entre dos y tres días, y se espera que esta elección siga ese patrón. Mientras tanto, la Iglesia católica y el mundo observan con expectativa quién asumirá el liderazgo de esta institución de 2,000 años de historia.

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