El gobierno de Costa Rica planea construir una prisión de alta seguridad basada en el polémico Cecot de El Salvador, pero adaptada a su realidad y leyes locales.
Costa Rica está a punto de dar un paso inédito en su sistema penitenciario: construir una nueva cárcel de máxima seguridad inspirada en el CECOT, el centro donde El Salvador encierra a miles de pandilleros bajo condiciones extremas. El proyecto, liderado por el gobierno del presidente Rodrigo Chaves, busca combatir el hacinamiento en las cárceles y actualizar un modelo que ya consideran “obsoleto”.
Aunque no será una copia exacta del Cecot, el nuevo centro penitenciario adoptará varios elementos clave del modelo salvadoreño, como la segmentación de reos por perfil delictivo y mayor seguridad en las instalaciones. “Queremos dejar atrás un sistema revuelto y sin control”, dijo el ministro de Justicia y Paz costarricense, Gerald Campos.
Cárcel nueva, problemas viejos
Costa Rica tiene 20 cárceles con capacidad insuficiente: actualmente hay más de 18 mil reos, cuando en 2022 eran menos de 15 mil. Según cifras oficiales, hay un 34% de sobrepoblación. El país también atraviesa una creciente crisis de seguridad, con 880 homicidios en 2024, la segunda cifra más alta de su historia.
Por eso, el nuevo centro —que alojará a 5.000 privados de libertad— será construido con recursos del presupuesto nacional, sin préstamos externos, y debería estar listo en 2026.
Gracias a la cooperación técnica de El Salvador, Costa Rica logró reducir el presupuesto de US$60 millones a US$35 millones, lo que facilitará acelerar el proyecto.
¿Un mini Cecot?
La inspiración en el Cecot es clara. Campos, junto a otros funcionarios, visitó recientemente varias cárceles salvadoreñas, incluyendo el polémico centro de máxima seguridad donde los pandilleros cumplen condenas en condiciones de reclusión extrema.
“No es que estemos replicando un Cecot. Estamos tropicalizando una cárcel, con sentido común y adaptada a nuestras leyes”, aclaró Campos. A diferencia del modelo salvadoreño, el nuevo penal costarricense sí garantizará el acceso a la luz solar, tiempo de ocio y derechos básicos, ya que no habrá cambios en su marco jurídico.
