El Boletin SV

EE. UU. tiene un plan: poner un reactor nuclear en la Luna.

El administrador en funciones de la NASA ha emitido una directiva para acelerar los esfuerzos para instalar un reactor nuclear en la Luna.

“Para avanzar de manera adecuada en esta tecnología que es crítica para poder apoyar una futura economía lunar, la generación de energía de alta potencia en Marte y fortalecer nuestra seguridad nacional en el espacio, es imperativo que la agencia se mueva rápidamente”, escribió Sean Duffy, el secretario de Transporte que el presidente Donald Trump nombró el mes pasado como líder temporal de la agencia espacial, en la directiva que se envió el jueves.

La directiva pide el nombramiento de un funcionario de la NASA para supervisar la iniciativa en un plazo de 30 días y la presentación de una solicitud de propuestas a empresas comerciales en un plazo de 60 días. El reactor deberá generar al menos 100 kilovatios de energía eléctrica —suficiente para unos 80 hogares en Estados Unidos— y estar listo para su lanzamiento a finales de 2029.

Un día lunar dura cuatro semanas en la Tierra: dos semanas de sol ininterrumpido seguidas de dos semanas de fría oscuridad. Este ciclo hace que sea difícil que una nave espacial o una base lunar sobrevivan tan solo con paneles solares y baterías. Los esfuerzos actuales de exploración, tanto de la NASA como de la asociación entre China y Rusia, están enfocados en la región polar sur, donde el sol nunca se ubica demasiado alto sobre el horizonte y el fondo de algunos cráteres se encuentra sumido en sombras permanentes.

A lo largo de los años, la NASA ha financiado la investigación de reactores nucleares, incluyendo la concesión de tres contratos de 5 millones de dólares en 2022 a empresas que desarrollaban diseños iniciales. Esos diseños eran más pequeños, producían 40 kilovatios y pesaban menos de seis toneladas métricas.

El primer alunizaje en el marco del programa de regreso a la Luna de la NASA, conocido como Artemis, está previsto para 2027, pero muchos expertos consideran ese plazo improbable. Muchos de los componentes necesarios, incluido el módulo de aterrizaje lunar Starship que está desarrollando SpaceX, aún no han sido probados.

El gobierno de Trump quiere pasar a utilizar cohetes y naves espaciales comerciales en lugar del cohete Space Launch System y la cápsula Orion para la tripulación en los que la NASA lleva trabajando más de una década.

Un reactor sería útil para estancias prolongadas en la Luna, especialmente durante las noches de dos semanas de duración, pero los planes de la NASA no especifican cuándo podría construirse una base.

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