El Boletin SV

El candidato opositor que lidera las elecciones en Bolivia 2025

El opositor Rodrigo Paz Pereira, actual senador y exalcalde de Tarija, dio la gran sorpresa en las elecciones generales de Bolivia 2025 al ubicarse en el primer lugar de los conteos rápidos, con más del 30 % de los votos válidos, superando al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, que alcanza el 27 %, según los resultados de la encuestadora Ipsos Ciesmori.

Con este escenario, Bolivia se encamina hacia un balotaje histórico el próximo 19 de octubre, en el que, por primera vez en más de dos décadas, el Movimiento al Socialismo (MAS) queda fuera de la definición presidencial.

La trayectoria de Paz

Nacido en Santiago de Compostela, España, en 1967, durante el exilio de sus padres, Rodrigo Paz es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) y de la española Carmen Pereira. Su infancia transcurrió en distintos países debido a la persecución militar que enfrentaba su familia.

Economista de profesión y con estudios en relaciones internacionales, Paz ha construido una sólida carrera política. Fue diputado, concejal, senador y alcalde de Tarija (2015-2020), donde logró derrotar al MAS de Evo Morales. Actualmente es senador por Comunidad Ciudadana (CC), el bloque del expresidente Carlos Mesa.

Su papel también fue relevante en la Coordinadora de Defensa de la Democracia en 2019, movimiento que exigió la segunda vuelta electoral tras las denuncias de fraude a favor de Morales.

El binomio Paz – “Capi” Lara

El compañero de fórmula de Paz por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) es el excapitán de Policía Edman “Capi” Lara, quien se hizo conocido en redes sociales por denunciar supuestos casos de corrupción dentro de la institución antes de ser dado de baja en 2024.

De alcanzar la Presidencia, Lara presidiría el Legislativo, mientras Paz afirma que su experiencia como legislador y exalcalde lo respalda para construir consensos.

Sus propuestas

En su plan de gobierno, Paz asegura que buscará desmontar el llamado “Estado tranca”, liberar recursos hacia las regiones y reducir los gastos superfluos del aparato estatal. También propone una reforma judicial profunda para combatir la corrupción y promover un gran acuerdo nacional basado en valores cristianos y una visión integradora.

“Bolivia necesita estabilidad, necesita gobernabilidad, pero sobre todo necesita que el Estado trabaje para la gente y no contra ella”, afirmó en declaraciones a EFE.

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