
Ozzy Osbourne, ícono indiscutible del heavy metal y figura clave en la historia de la música, falleció el martes 22 de julio de 2025 a los 76 años. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado difundido por la agencia Associated Press y replicado por medios internacionales como CNN, Sky News y The Guardian.
“Con más tristeza de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro amado Ozzy Osbourne ha fallecido esta mañana. Estuvo con su familia, rodeado de amor”, expresó la familia del artista.
Reconocido como el “Padrino del Heavy Metal”, Ozzy enfrentaba desde hace años una dura batalla contra el Parkinson, además de complicaciones físicas que limitaban su movilidad. Pese a estas adversidades, se despidió de los escenarios el pasado 5 de julio con un emotivo concierto titulado Back to the Beginning en Villa Park, Birmingham, junto a la alineación original de Black Sabbath. En aquella noche histórica, interpretó temas emblemáticos como Iron Man, War Pigs y Paranoid, sentado en un trono decorado con murciélagos, ante más de 40 mil asistentes y millones de espectadores en línea.
El evento no solo marcó su adiós musical, sino también se convirtió en un homenaje a su legado y en una causa benéfica. La recaudación, estimada en 140 millones de libras esterlinas, fue destinada a fundaciones como Cure Parkinson’s Trust y el Birmingham Children’s Hospital.
En las últimas semanas, habían circulado rumores sobre un posible deterioro en su salud, desmentidos públicamente por su hija Kelly Osbourne. Sin embargo, la confirmación de su muerte sacude al mundo de la música y deja un vacío imposible de llenar.
Ozzy Osbourne será recordado por su inconfundible voz, su actitud irreverente y su poderosa influencia en generaciones enteras de músicos. Tanto en su carrera en solitario como al frente de Black Sabbath, redefinió el sonido del metal y consolidó una identidad única que trascendió géneros y fronteras.
Aunque aún no se han anunciado detalles sobre homenajes o funerales, ya se anticipa una ola global de tributos que celebrarán la vida y obra de uno de los grandes nombres del rock. Ozzy no solo fue una estrella: fue un símbolo de rebeldía, resistencia y pasión por la música. Su legado, como su espíritu, será eterno.