
El papa León XIV recibió este sábado en el Vaticano a Carlos Enrique Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, quien fue desterrado en 2024 tras denunciar abusos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El encuentro fue confirmado por el boletín oficial de la Santa Sede, aunque no trascendieron detalles sobre el contenido de la conversación.
Herrera, obispo de Jinotega, de 75 años, fue expulsado del país en noviembre de 2024 después de denunciar como “sacrilegio” la interrupción de una misa por parte del alcalde local. Su caso se suma al de otros prelados como Rolando Álvarez e Isidoro Mora, también desterrados, así como al hostigamiento y encarcelamiento de numerosos sacerdotes.
La relación entre el régimen sandinista y la Iglesia Católica atraviesa una de sus peores crisis históricas. Ortega mantiene suspendidas las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y ha ejecutado medidas como la confiscación de bienes eclesiales, incluida la expulsión de la Compañía de Jesús, a la que pertenecía el fallecido papa Francisco.
En marzo de 2023, durante el pontificado de Francisco, el Vaticano calificó al régimen como una “dictadura grosera” tras la condena al obispo Álvarez, lo que profundizó la confrontación. Ortega respondió acusando a la Santa Sede de integrar un “conglomerado del fascismo”.
Aunque León XIV aún no se ha pronunciado públicamente sobre Nicaragua, conoce de cerca la realidad del país, donde ejerció labores misioneras en el pasado. Tras su elección en mayo, Ortega y Murillo le enviaron un mensaje de felicitación en el que expresaban su esperanza de que contribuyera “a la concordia y los valores de la familia humana”, pese a la ruptura diplomática.
Con esta audiencia, el nuevo pontífice envía una señal de respaldo a los obispos nicaragüenses desterrados, en un contexto de creciente aislamiento internacional del régimen sandinista.