
Rubén Contreras, un salvadoreño residente en Suiza, ha destinado más de $12 millones en inversiones en El Salvador desde los años noventa. Su proyecto más ambicioso hasta la fecha es el Grand Saint Bernard Swiss Resort & Spa, un complejo turístico de lujo en Juayúa que abrirá sus puertas en diciembre con una inversión de más de $5 millones.
El vínculo de Rubén Contreras con El Salvador es profundo y duradero, a pesar de haber nacido y crecido en Suiza. Hijo de madre suiza y padre salvadoreño —un arquitecto que emigró a Europa en los años cincuenta—, Contreras ha visitado el país con frecuencia desde su infancia, motivado por sus raíces familiares en Nahuizalco y Juayúa. «Desde pequeño he andado por estas tierras. Mi abuelo vivía en El Salvador y desde 1990 comencé a invertir en propiedades, comprando terrenos en playas, montañas, lagos y San Salvador», relata.
El resort contará con 26 chalets suizos amueblados con piezas importadas desde Europa, además de un centro de bienestar con saunas, jacuzzi, piscinas de sal como las del Mar Muerto, hammam y un espacio especializado en terapia de frío extremo —tipo iglú— para rehabilitación y relajación. También ofrecerá habitaciones con hipoxia alpina para atletas de alto rendimiento, simulando condiciones de altitud para mejorar la oxigenación y preparación física.
Además, tendrá tres restaurantes internacionales: uno de cocina suiza, otro de especialidades europeas, y un espacio al aire libre de inspiración uzbeka para degustar carnes y pinchos en un ambiente relajado. También dispondrá de una cava con más de 5,000 vinos europeos, gimnasio con spinning acuático, pistas de bicimontaña y atletismo iluminadas, centro ecuestre, canchas deportivas, helipuerto y áreas para caminatas y tours.