
El enviado especial del presidente Donald Trump para Ucrania, Keith Kellogg, condenó los ataques rusos registrados la madrugada de este jueves en Kiev, que dejaron 18 muertos entre ellos tres niños y al menos 20 heridos, además de daños en instalaciones diplomáticas europeas.
A través de un mensaje en la red social X, Kellogg señaló que la ofensiva rusa “amenaza la paz que Trump está buscando” y denunció que los bombardeos no tuvieron como blanco posiciones militares, sino zonas civiles.
“Rusia lanzó el segundo mayor ataque aéreo de la guerra con 600 drones y 31 misiles. ¿Los objetivos? No eran soldados ni armas, sino zonas residenciales de Kiev, atacando trenes civiles, las oficinas de los consejos de misión de la UE y el Reino Unido, y a civiles inocentes”, expresó.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, los ataques incluyeron misiles balísticos y drones kamikaze, que impactaron en barrios residenciales, escuelas y edificios públicos de la capital. Además, se reportaron ofensivas simultáneas en Zhytomyr, Odesa y Mykolaiv, lo que activó alertas aéreas en casi todo el país.
El jefe militar de Kiev, Tymur Tkachenko, calificó la ofensiva como “un ataque masivo de la Federación Rusa” y acusó a Moscú de actuar como “un Estado terrorista”. Por su parte, la empresa estatal Ukrzaliznytsia informó de cortes eléctricos en Vinnytsia y retrasos en varios servicios ferroviarios tras los bombardeos.
En reacción a los hechos, la Unión Europea anunció el endurecimiento de sanciones contra Rusia, incluyendo la preparación de un nuevo paquete de medidas y la utilización de activos rusos congelados para apoyar la defensa y la reconstrucción de Ucrania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recalcó que los ataques alcanzaron también infraestructura europea en suelo ucraniano, lo que reafirma la política de ejercer “máxima presión” sobre Moscú.