Al menos dos personas fallecieron y 36 resultaron heridas este martes tras una serie de explosiones dirigidas contra puestos policiales en Cali, la capital del departamento de Valle del Cauca, según informaron las autoridades locales.

El secretario de Seguridad de Cali, Jairo García, inicialmente confirmó una víctima mortal y nueve lesionados. Sin embargo, la Secretaría de Salud ajustó posteriormente la cifra, señalando que entre los heridos hay tres menores de edad y que dos personas murieron debido a la gravedad de sus heridas.
De los 36 afectados, 22 fueron trasladados a diversos hospitales y clínicas. Ante la emergencia, se activó una alerta hospitalaria en la red pública y privada de la ciudad para garantizar atención inmediata a los afectados.
Las explosiones ocurrieron en los barrios Meléndez, Manuela Beltrán y Los Mangos, con al menos una bomba colocada en una motocicleta, según las autoridades.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, condenó los atentados a través de sus redes sociales: “Nos quieren devolver a 1989. No lo permitiremos. ¡Viva Colombia!”, haciendo alusión a la violencia vivida en el país en ese año debido al terrorismo de los carteles de drogas.
En el vecino departamento del Cauca, otros ataques con carros bomba fueron registrados en los municipios de El Bordo y Corinto, aunque no causaron víctimas. Además, en Caloto, un policía fue asesinado por un francotirador.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, señaló que los ataques buscan desestabilizar la región: “Los dueños del caos y del terror pretenden desestabilizar el Valle del Cauca”.
Este alarmante episodio reaviva los temores de una escalada de violencia en el suroeste del país.
