El piloto español, Alex Palou se coronó por cuarta vez campeón de IndyCar, luego de terminar tercero en el GP de Portland, donde el único que podía mantener vivo el campeonato, el mexicano Pato O’Ward sufrió una falla eléctrica cuando virtualmente lideraba la décimo quinta fecha de la temporada 2025.
El catalán Alex Palou, del equipo Ganassi Racing, lideraba el campeonato de pilotos por 121 puntos antes de Portland y si Pato O’Ward le recortaba a menos de 108, tendría que esperar para coronarse, ya sea en Milwaukee o Nashville.
O’Ward había largado en la primera posición y se mantenía ahí hasta la vuelta 22, que la falla del inyector del motor lo mandó de emergencia a los pits y perdió 9 vueltas. Ahí se sentenció la campaña a favor de Palou y el mexicano sólo pudo sumar 6 unidades para llegar a 475 y mantenerse segundo en la clasificación por puntos. El ganador de la carrera fue Will Power, quien, por fin le dio un triunfo al equipo Penkse y el tercero para Chevrolet.
El segundo puesto fue para Christian Lundgaard, danés de Arrow McLaren, quien, de nuevo se quedó cerca de su primer triundo en el equipo, el cual sólo ha tenido triunfos de parte de Pato O’Ward.
Pato O’Ward sostuvo el primer lugar en la largada, la cual fue demorada 37 minutos, porque el canal Fox (dueño de un tercio de la serie) tenía un torneo de golf que se negaba a terminar. El mexicano mantuvo a raya a Rosenqvist, mientras que Palou avanzó a la cuarta casilla, tras adelantar a David Malukas.
Los primeros tres salieron con llantas alternativas, mientras que el español lo hizo con primarias. En la vuelta 5, Santino Ferrucci se fue al muro y provocó una amarilla y luego en la 8, en la rearrancada Kyffin Simpson sacó la segunda. Conor Daly enfureció en la vuelta 14 cuando Christian Rasmussen lo tocó al ir lado a lado y lo mandó al pasto. En su regreso a la pista, Daly peleó con él cada milímetro y un giro después, el danés tocó a Daly quien ya lo había adelantado y lo mandó violentamente contra una barrera de neumáticos.
El equipo Arrow McLaren informó que el auto número 5, de O’Ward, fue forzado a volver a pits para reparar un cable que no funcionaba en la caja de inyección. Pasaban los giros, el mexicano era lapeado y con ello se esfumaban sus posibilidades de mantener vivo el campeonato.
Pato O’Ward volvió a la pista, nueve vueltas atrás de los líderes, pero sólo fue por el honor. Will Power dominó y Penske lo respaldó en los pits, El veterano Power controló la carrera y a su escolta Lundgaard y las paradas en pits, perfectas, lo impulsaron a mantenerse delante del danés y del español.
