Gregorio X, el Papa cuya elección duró 3 años y llevó a la creación del cónclave.

No era sacerdote cuando lo eligieron, solo ejerció cinco años (1271-1276), pero se convirtió en uno de los papas más trascendentales de la historia.

Fue el papa Gregorio X quien estableció que los cardenales encargados de elegir al líder de la Iglesia católica debían encerrarse y aislarse del mundo exterior para tomar tan relevante decisión, aunque con modificaciones, las reglas que él estableció se mantienen en lo esencial vigentes en la actualidad.

Cuando fue elegido no era sacerdote y  su pontificado duró solo cinco años (1271-1276), Gregorio X se convertiría en uno de los papas más trascendentales de la historia, desde el siglo XI, la vida europea había estado marcada por el pulso entre el papado y el imperio formado por el rey de los francos Carlomagno principalmente en los territorios de la actual Alemania, conocido hoy por los historiadores como el Sacro Imperio Romano Germánico.

El 29 de noviembre de 1268 el papa Clemente IV muere en Viterbo, localidad parte de lo que entonces eran los Estados Pontificios, que iban mucho más allá del actual Vaticano, siguiendo la tradición, los cardenales electores se desplazan al lugar donde ha muerto el papa para elegir a su sucesor.

Pero los cardenales se hallan divididos en dos bandos que reflejan las tensiones del momento, por un lado, un grupo de cardenales italianos alineados con los intereses del Imperio, conocidos como los gibelinos; por el otro, los cardenales franceses conocidos como los güelfos, que se oponen a que el enorme poder político, económico y religioso de la Iglesia de la época quede bajo control del Sacro Imperio.

La rivalidad hizo que pasaran tres años para que los cardenales lograran ponerse de acuerdo, ningún candidato lograba la mayoría calificada requerida, por lo que el cónclave se prolonga, y se convertirá en el más largo de la historia de la Iglesia.

Cansados de esperar sin un desenlace, los regidores de la ciudad de Viterbo encierran a los cardenales en el palacio en que se reunían y llegan incluso a limitarles la comida diaria para forzarles a llegar a un acuerdo.

Finalmente, el elegido resulta ser Teobaldo Visconti, un archidiácono que ni siquiera ha sido ordenado sacerdote y que se encuentra en ese momento en San Juan de Acre, en la actual Siria, en la cruzada contra los musulmanes

Visconti era un italiano que no había recibido las órdenes sacerdotales, pero que había conocido y trabajado con muchos cardenales franceses en diferentes cargos y que tenía muy buenos contactos.

La medida de aislar, busca que los cardenales electores permite que no se contaminen de influencias del exterior y de las presiones de los gobernantes de la época, interesados en controlar una institución tan poderosa en el mundo medieval como la del papado.

En le pasado, debían vivir juntos, solo separados por telas mientras durase el cónclave, y a partir del tercer día solo se les permitiría un plato diario de comida, a partir del octavo solo podrían comer pan y agua.

Las disposiciones endurecían la vida de los cardenales mientras durase el cónclave, Gregorio X murió en 1278 y fue beatificado en 1713, algunas de sus disposiciones más severas para la elección de un nuevo papa fueron suavizadas por pontífices posteriores y otras cayeron en desuso, pero la idea esencial del aislamiento de los cardenales electores se ha mantenido hasta el presente y volverá a ponerse de manifiesto en el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco.

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