
Hiroshima conmemoró el miércoles el 80mo aniversario del bombardeo atómico de Estados Unidos sobre la ciudad del oeste de Japón, en medio de la frustración de muchos de los envejecidos sobrevivientes por el creciente apoyo entre los líderes mundiales a la posesión de armas nucleares como elemento disuasivo.
El número de sobrevivientes disminuye rápidamente y su edad promedio supera ahora los 86 años, por lo que el aniversario se considera el último evento importante para muchos de ellos.

“No nos queda mucho tiempo, mientras enfrentamos una amenaza nuclear mayor que nunca”, señaló en un comunicado Nihon Hidankyo, una organización japonesa de base conformada por sobrevivientes y galardonada el año pasado con el Premio Nobel de la Paz por su búsqueda de la abolición de las armas nucleares. “Nuestro mayor desafío ahora es cambiar, aunque sea un poco, a los estados con armas nucleares que nos dan la espalda”.
El bombardeo de Hiroshima del 6 de agosto de 1945 destruyó la ciudad y provocó la muerte de 140.000 personas. Una segunda bomba lanzada tres días después sobre Nagasaki mató a 70.000 más. Japón se rindió el 15 de agosto, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial y a casi medio siglo de agresión de ese país en Asia
Se esperaba la asistencia récord de representantes de 120 países y regiones, entre ellos, Rusia y Bielorrusia, para observar un minuto de silencio con el sonido de una campana de la paz a las 8:15 de la mañana, la hora en que un B-29 estadounidense lanzó la bomba sobre la ciudad.

El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, el primer ministro Shigeru Ishiba y otros funcionarios colocaron flores en el cenotafio. Se esperaba que los sobrevivientes y sus familias comenzaran a rendir homenaje a las víctimas en el parque conmemorativo de la paz al amanecer, horas antes de la ceremonia oficial.
Kazuo Miyoshi, un jubilado de 74 años, acudió a rendir homenaje a su abuelo y a dos primos que murieron en el bombardeo, y rezó para que el “error” nunca se repita, como dice la inscripción del cenotafio. Afirmó que las amenazas nucleares han escalado tanto recientemente que “solo espero que la situación no empeore”, un retroceso del objetivo de abolir las armas nucleares. “No necesitamos armas nucleares”.
