
Los restos hallados en mayo de 2025 en un terreno contiguo a la casa donde vivió Gustavo Cerati en Coghlan, Buenos Aires, fueron identificados como pertenecientes a Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años desaparecido el 26 de julio de 1984.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó su identidad mediante análisis de ADN, comparando muestras de su madre con los restos óseos. Diego, jugador de fútbol en Excursionistas y estudiante de la Escuela Nacional Técnica (ENET) N°36, fue visto por última vez en Naón y Monroe, tras salir de su casa para visitar a un amigo.
Fuentes declararon que el día de su desaparición se despidió de su madre con normalidad ya que se dirigía a casa de un amigo, pero esa fue la última vez que lo vieron. «Al día de hoy, mi madre no quiere desinstalar el teléfono de línea y vive mirando la ventana», comentó Javier Fernández Lima, hermano menor de Diego a La Nación.
Los policías en ese momento no hicieron una investigación a profundidad, ya que se creía que el adolescente se había fugado con su novia, sin embargo, la familia nunca aceptó esta declaración y continuaron su búsqueda. Además, se sabe que el padre del Benigno Fernández murió sin saber nada de su hijo, en un accidente de automóvil, justo en la calle donde yacía enterrado Diego.
El Club Atlético Excursionistas expresa su estupor y tristeza por las noticias acerca de Diego Fernández Lima, quien fuera futbolista de nuestra institución al momento de su desaparición. Enviamos nuestras condolencias y un fuerte abrazo a toda su familia y deseamos que su alma… pic.twitter.com/DTIRJnd5dM
— Club Atlético Excursionistas 🇳🇬 (@ExcursioOficial) August 6, 2025
La autopsia reveló que murió de una puñalada en la cuarta costilla derecha, con indicios de un intento de descuartizamiento. Los restos, enterrados a 60 cm de profundidad junto a objetos como un reloj Casio y un llavero, sugieren un entierro apresurado. El principal sospechoso es Cristian Graf, un excompañero de escuela de Diego que vivía en la casa donde se encontraron los restos.
El delito ya prescribió por lo que no habrá consecuencias legales. La familia, que buscó a Diego durante 41 años, reclama justicia y busca reformar la ley de prescripción de homicidios.