
En la madrugada de este lunes, un autobús se precipitó desde un puente al norte de Ciudad de Guatemala, dejando un saldo de al menos 55 fallecidos. Entre las víctimas se encontraban dos empleados del Organismo Legislativo, diversos comerciantes y niños de primaria que se dirigían a la capital para continuar sus estudios.
Según informó una fuente de los equipos de rescate, el número de víctimas fatales ascendió a 51, mientras que 20 personas resultaron heridas de gravedad, logrando sobrevivir al siniestro. Las labores de rescate se prolongaron por más de cinco horas; el cuerpo del conductor fue el último en ser retirado, debido a que quedó atrapado entre el motor y el volante, lo que obligó a los bomberos a emplear una grúa para su extracción.
El Ejército de Guatemala, junto a unos 60 bomberos, se organizó en grupos de siete para trasladar los cuerpos desde lo profundo del barranco hacia un salón comunitario que se ha destinado provisionalmente como morgue. Hasta el momento, el Ministerio Público ha logrado identificar a 25 de las víctimas, y el Registro de Ciudadanos ha ofrecido la emisión gratuita del certificado de defunción a los familiares afectados.
El accidente ocurrió en una zona donde residen aproximadamente 500 personas que viven en extrema pobreza, sin acceso adecuado a agua potable y con viviendas en las que, en algunos casos, falta el suministro eléctrico. Los vecinos colaboraron ofreciendo café, alimentos y lugares para el descanso de los equipos de rescate, mientras que ciudadanos particulares y algunas empresas donaron bolsas de comida y agua para apoyar las labores de emergencia.
El autobús había partido desde San Agustín Acasaguastlán, un municipio de la provincia de El Progreso, ubicado a 92 kilómetros al noreste de la capital. Se presume que su destino era la terminal de buses en el centro de Ciudad de Guatemala. Según datos de la Secretaría de Planificación de la Presidencia, en este poblado, que cuenta con 55.080 habitantes, el 66 % vive en situación de pobreza y el 17 % en extrema pobreza, siendo uno de los 52 municipios del país que enfrenta estas condiciones.
Ante la tragedia, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, expresó su pesar por el suceso y decretó tres días de luto nacional. Asimismo, movilizó al Ejército y a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) para apoyar las labores de rescate. Durante su intervención, Arévalo de León confirmó que el autobús tenía 30 años de funcionamiento y que la licencia del conductor estaba vigente hasta junio del presente año.
De acuerdo con la Policía Nacional Civil (PNC), en 2024 se registraron 8.600 accidentes de tránsito en Guatemala, que dejaron un total de 2.863 fallecidos. Este suceso se posiciona como uno de los accidentes viales más mortíferos del país en este siglo. El peor accidente registrado en los últimos años ocurrió en 2002, cuando un autobús se precipitó por un abismo en la zona de La Mesilla, cercana a la frontera con México, cayendo al río Selegua y dejando 55 muertos, muchos de los cuales fueron recuperados por los equipos de socorro en medio de intensas lluvias.
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