Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron este lunes que, en los últimos tres meses, han desmantelado decenas de túneles utilizados por Hamas y atacado múltiples objetivos considerados amenazas directas en la Franja de Gaza, como parte de la Operación “Carros de Gedeón”.
El operativo, liderado por la 401ª Brigada bajo el mando de la 162ª División y con apoyo de la Fuerza Aérea Israelí, se concentró en las aldeas de Jabaliya y Daraj Tuffah, en el norte del enclave. Según el ejército israelí, las acciones incluyeron la destrucción de estructuras, puestos de observación, posiciones de lanzamiento y la eliminación de “decenas de terroristas”.
La operación se desarrolla en paralelo a crecientes críticas internacionales por la crisis humanitaria en Gaza. Cinco países europeos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU —Reino Unido, Francia, Dinamarca, Grecia y Eslovenia— advirtieron que el plan militar israelí para tomar la ciudad de Gaza y los campamentos centrales podría violar el derecho internacional y agravar el colapso humanitario.
El primer ministro Benjamin Netanyahu defendió la ofensiva tras una llamada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien agradeció su “fuerte apoyo” y el respaldo a la estrategia israelí. Netanyahu reiteró que el objetivo no es ocupar Gaza, sino “liberarla de Hamas” y establecer una administración civil independiente de ese grupo y de la Autoridad Palestina.
Por su parte, Trump declaró que su prioridad es facilitar la llegada de ayuda humanitaria: “Queremos que Israel alimente a esta gente. No queremos que la gente pase hambre”.
Israel asegura que controla entre el 70% y el 75% de la Franja y mantiene su plan para eliminar los últimos bastiones de Hamas. Sin embargo, las advertencias internacionales y el costo humano de la ofensiva siguen aumentando la presión política y diplomática sobre el gobierno israelí.
