La legendaria banda británica, que no había pisado Centroamérica en sus giras anteriores, eligió El Salvador.

La noche del 2 de mayo de 2025, El Salvador vivió uno de los eventos más esperados en la escena del rock y el metal: el histórico concierto de Judas Priest en el Complejo Estadio Cuscatlán. Como el único destino en la región para presentar su gira Shield of Pain Tour 2025, un evento que dejó huella en los fanáticos del metal salvadoreño.
Desde temprano, el ambiente en el estadio se llenó de emoción y adrenalina, con miles de seguidores del metal, vestidos con las icónicas chaquetas de cuero y camisetas de la banda, esperando con ansias el inicio del show. La banda local Broncco fue la encargada de abrir la velada, calentando el ambiente con su potente estilo y energía en el escenario.
A las 8:30 p.m., la espera llegó a su fin. Las luces se apagaron y un rugido ensordecedor recorrió el estadio cuando Judas Priest hizo su aparición. Rob Halford, con su inconfundible presencia y estilo, lideró a la banda a través de un setlist cargado de clásicos como “You’ve Got Another Thing Comin’”, “Breaking the Law”, “Living After Midnight”, y “Turbo Lover”. Los riffs potentes y las habilidades vocales de Halford dejaron claro por qué la banda es considerada una de las más influyentes en la historia del heavy metal.

El escenario, impresionante con pantallas LED y efectos visuales de última tecnología, hizo que cada canción cobrara vida de manera única. Las luces láser, el sonido envolvente y la energía de los músicos crearon una atmósfera electrizante que mantuvo al público totalmente entregado desde el principio hasta el final.
El público salvadoreño, compuesto por fanáticos de todas las edades, no dejó de corear y aplaudir durante todo el concierto. Cada canción fue recibida con euforia, y la conexión entre Judas Priest y sus seguidores fue evidente en cada gesto, en cada mirada de complicidad. El estadio se convirtió en un mar de manos alzadas, vibrando al ritmo de la música y celebrando la llegada de una de las bandas más emblemáticas del metal mundial.

Este concierto no solo marcó la llegada de Judas Priest a El Salvador, sino también un hito en la historia del metal en Centroamérica. La producción del evento, a cargo de Two Shows Producciones, destacó el significado de esta presentación como parte de los 50 años de carrera de la banda y el 35 aniversario de su álbum icónico “Painkiller”.
Al final de la noche, El Salvador se despidió de Judas Priest con la promesa de que el metal sigue vivo en el corazón de los salvadoreños, quienes no olvidarán este espectáculo histórico, un evento que reafirma la conexión global que el heavy metal tiene con su apasionada comunidad.
