
El ministro de Justicia de Perú, Juan José Santiváñez, anunció que el nuevo penal de máxima seguridad que se levantará en la isla El Frontón estaría operativo en un plazo de 8 a 10 meses. El proyecto contará con una inversión de 174 millones de dólares financiados por la empresa privada, y será ejecutado bajo un modelo modular prefabricado inspirado en el centro penitenciario CECOT de El Salvador.
En una conferencia de prensa y mediante comunicados oficiales, el titular del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh), Juan José Santiváñez, detalló que la construcción del nuevo penal de El Frontón tendrá una duración estimada de entre ocho y diez meses.
La rapidez del proceso será posible gracias al uso de infraestructura modular prefabricada, tecnología que permite reducir drásticamente los plazos sin sacrificar la seguridad o la funcionalidad del recinto. El diseño se inspira en la cárcel de máxima seguridad CECOT (Centro de Confinamiento del Terrorismo) construida en El Salvador, que ha sido referencia regional en materia penitenciaria.
El penal será financiado con una inversión de 174 millones de dólares aportados por la empresa privada, bajo el mecanismo de obras por impuestos (OxI).
Este sistema permite que el sector privado adelante obras de infraestructura pública a cambio de beneficios tributarios. Según el ministro, esta modalidad garantiza transparencia, eficiencia técnica y menores tiempos de ejecución. “Es una apuesta estratégica del Estado, y el sector privado está colaborando decididamente”, subrayó Santiváñez.
Una de las preocupaciones en torno a este proyecto era la supuesta limitación del espacio utilizable en la isla. Sin embargo, Santiváñez desmintió estos informes y señaló que un análisis técnico reciente identificó más de dos hectáreas viables, con posibilidad de ampliación a otras 1.5 hectáreas adicionales. El penal ocupará un área de 57 mil metros cuadrados y contará con instalaciones para tratamiento de agua potable, planta de aguas residuales, muelle logístico, y una infraestructura autosostenible
La isla El Frontón fue sede de un penal desde 1917, y alcanzó notoriedad nacional e internacional tras los trágicos sucesos de 1986, durante el primer gobierno de Alan García, cuando un motín de internos senderistas terminó en una intervención militar que dejó más de un centenar de muertos. El actual proyecto busca marcar distancia de ese pasado, aunque inevitablemente reabre el debate sobre el uso de espacios con carga histórica para nuevas políticas penitenciarias.