Con promesas de cerrar acuerdos comerciales de gran magnitud y afianzar alianzas regionales, la administración estadounidense busca proyectar un enfoque renovado en su política exterior.

En el marco de una agenda estratégica para fortalecer la relación económica y política con los países del Golfo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aterrizó este martes en Arabia Saudita. Esta visita marca el inicio de una gira de cuatro días que incluirá paradas en Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
La llegada de Trump a Riad, escoltado por aviones de combate sauditas, fue recibida con honores por la familia real, que organizó una bienvenida fastuosa. Este es el primer viaje internacional del mandatario desde que asumió su segundo mandato, el cual comenzó con su asistencia al funeral del papa Francisco en Roma.
La Casa Blanca anticipó que la prioridad de la gira será “el comercio y la cooperación por sobre el extremismo”, según explicó Karoline Leavitt, portavoz del gobierno estadounidense. Durante su estancia en Arabia Saudita, Trump participará en una cumbre de líderes del Consejo de Cooperación del Golfo y en el Foro de Inversiones Arabia Saudita–Estados Unidos. Este último contará con la presencia de destacados líderes empresariales de Estados Unidos, incluidos Elon Musk (CEO de Tesla), Larry Fink (BlackRock), Jane Fraser (Citigroup) y Stephen A. Schwarzman (Blackstone), además de altos funcionarios como el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el asesor de Seguridad Nacional y secretario de Estado, Marco Rubio.
El foro económico comenzó con un video simbólico mostrando águilas y halcones, una metáfora de la alianza estratégica entre Estados Unidos y Arabia Saudita. El ministro saudita de Inversión, Khalid al-Falih, y el ministro de Finanzas, Mohammed Al Jadaan, se unieron al evento como representantes clave de la nación anfitriona. Al-Falih destacó la importancia de esta colaboración, afirmando que “cuando sauditas y estadounidenses se unen, más a menudo que no, suceden grandes cosas”.

Entre los objetivos económicos de la gira, Trump buscará asegurar que Arabia Saudita eleve su compromiso de inversión en Estados Unidos a un billón de dólares, superando los $600,000 millones anunciados en enero. Además, se espera que Estados Unidos ofrezca un paquete de armas superior a los $100,000 millones, que incluiría aviones de transporte C-130 y sistemas de defensa avanzada. Fuentes sauditas han señalado que los contratos podrían condicionarse a que las entregas se realicen durante el actual mandato presidencial de Trump.
“Le pediré al príncipe heredero, que es un tipo fantástico, que lo redondee. Creo que lo harán porque hemos sido muy buenos con ellos”, comentó Trump antes de partir hacia el Golfo.
El viaje también abordará temas sensibles como la epidemia de consumo de fentanilo en Estados Unidos. Según Jamieson Greer, alto representante comercial de Estados Unidos, China y Arabia Saudita han mostrado un compromiso sorpresivo para discutir la producción y exportación ilegal de los químicos que facilitan la fabricación de esta droga.
Con un enfoque en el comercio, la cooperación y la seguridad, la gira de Trump por el Golfo promete consolidar alianzas estratégicas en un contexto regional de alta tensión, demostrando el peso que su administración otorga al eje económico en las relaciones internacionales.